Leer, Estudiar y Meditar para Comprender
Fundamentalmente, Hermanas y Hermanos, nos interesa el conocimiento de las Leyes Eternas sobre las cuales se ocupa, se ha ocupado y se ocupará permanentemente el esoterismo. Algunos Hermanos ni siquiera se informan qué es esoterismo; creo que hay Hermanos aquí que ni siquiera leen la Revista, por ejemplo. Es una verdadera lástima pertenecer a una Institución donde la Sabiduría más profunda de las edades se va condensando en conocimientos prácticos, y que seamos tan indiferentes a ese divino saber. Es lamentable para ellos y también para mí, porque no soy lo suficientemente dinámico en mis investigaciones como debiera serlo… pero en evolución estamos, y la pereza es la característica más grande de nosotros los humanos sobre todo en la esfera Interna, en la esfera espiritual, en la esfera sensorial, en la esfera de la consciencia, en la esfera de la comprensión.
Esta palabra “comprensión” ha sido para mí una de las cosas más maravillosas que ha podido entrar en mi léxico por su contenido, porque en puridad de verdad todo se reduce a comprensión. Tenemos que comprender las cosas, y este es nuestro gran problema. Dice sabiamente un gran Iniciado: “Saber que somos ignorantes, y pensar que en la evolución tenemos que conocerlo todo, he ahí el trabajo”. Constantemente la gente llega -a la librería donde trabajo- a preguntarme, qué tipo de religión encarnan los Rosacruces, qué tipo de creencias, a qué están ligados; esto prueba sencillamente que todavía estamos lejos de entender las cosas más triviales.
La sabiduría de los Rosacruces no es una religión en el sentido común y corriente del término; la sabiduría de los Rosacruces nada tiene que ver con los conceptos políticos, formales comunes y corrientes, la filosofía Rosacruz nada tiene que ver con jerarquías de orden social, eso no tiene ningún significado. Para los Rosacruces sí existe una Jerarquía, la Jerarquía que da el desenvolvimiento Interno, la capacidad de comprender los misterios de la Vida, la capacidad de Amar, esa es la Jerarquía de los Rosacruces; las otras jerarquías no tienen significado para los Sabios Rosacruces.
Hasta donde van mis observaciones, los Rosacruces vienen de épocas muy lejanas en la historia de la humanidad. En Caldea aflora el saber, procedente de Atlántida; en Centroamérica ese saber está contenido en el hieratismo de figuras esplendorosas, en las cuales realmente podemos contemplar el conocimiento que aquellos seres tenían de las fuerzas más recónditas de la naturaleza y de la vida; por eso es asombroso visitar aquellos lugares.
Y he de referirme a una película que están exhibiendo, relativa a hechos curiosos que hay en la superficie de la Tierra, y que el comentador supone que se trata de seres extraterrestres que vinieron en alguna época lejana a dejar esas huellas en nuestro planeta; esta es la situación de ese conocimiento de las cosas extrañas que hay en la periferia de la Tierra. “Recuerdos del Futuro” -es solo una película- nada tiene que ver esto con gente venida de otros niveles, es sencillamente las huellas que nos dejó la cultura Atlante. Encuentran ellos, por ejemplo, grandes campos de aterrizaje, y la historia actual cree y supone que la aviación es cuestión enteramente moderna; ignoran ellos que los atlantes poseían gigantescas naves aéreas que no funcionaban con combustibles, sino que se alimentaban de la energía electromagnética del Cosmos y, por lo tanto, ya no había ningún peligro de que ellos fracasarán en sus vuelos. Igual, las naves estaban guiadas por poderosos imanes que las llevaban y las traían en esta o aquella dirección. Pregunta también, cómo es posible que esas grandes pirámides estructuradas a base de piedras gigantescas -que aún hoy no existen máquinas para levantarlas- cómo hicieron ellos?. Ellos dominaban el electromagnetismo y podían por lo tanto levitar los cuerpos.
Así que nosotros -como lo hemos dicho aquí tantas veces- somos simples embriones de la evolución. Pero entonces surge una pregunta, si seres tan grandes hubo sobre la Tierra, por qué nosotros realmente no estamos más allá en el proceso del conocimiento, ¿de la utilización de los poderes del Cosmos y de las Energías? También se nos habla de la grandeza de Grecia, y que por qué fuimos a menos. Por una sencilla razón, porque los hombres que hacen la grandeza de un pueblo son un número insignificante, y el resto somos lastres nada más.
Hablando filosóficamente, en Colombia tuvimos un hombre extraordinario en el alcance de su espiritualidad y su consciencia, López de Mesa, y citen ustedes un hombre en Colombia (entre los veinte millones que en 1974 constituyen la aglomeración llamada “colombianos”) citen a alguien que pueda escribir siquiera una frase semejante a las de aquel genio. ¿Dónde está el secreto? Simplemente en que no nos esforzamos, en que somos enteramente pasivos. En la grandeza de los griegos aparecen unos diez prohombres y nada más, Pitágoras, Aristóteles; Homero, poeta; Platón, filósofo; Demócrito, que se ocupó un poco de las energías atómicas, que después los hombres de la época actual con Einstein a la cabeza lograron utilizarla para hacer cosas sorprendentes, como un tanto abusivas, tal como destruir humanidad utilizando aquellas energías. El mismo señor Einstein lloraba al pensar que él había entregado a la humanidad una energía que no usaban sino para destruir hermanos; este hombre murió apesadumbrado del egotismo de la raza, pero esa es la situación real.
La Cruz, por ejemplo, que es la razón de ser de esta Escuela prodigiosa, algunos creen que es un símbolo convencional, algunos creen que es algo que se ha utilizado para servir de etiqueta a una organización, ¡nada de eso! La Cruz es la razón de ser de todas las cosas que en la naturaleza existen. De modo que la Cruz de los Rosacruces está fundamentada en el conocimiento de hechos naturales, profundamente naturales. Iniciando el conocimiento de esta cruz maravillosa, la encontramos en la formación del agua, elemento indispensable para la vida de todo organismo, ya sea vegetal, animal o humano. Es una cruz entre el hidrógeno y el oxígeno, más una corriente eléctrica, esto constituye la cruz del agua, y así todas las cosas sin excepción; en esta regla no hay excepciones, son el resultado de la Cruz. Una semilla de carácter femenino -un óvulo para referirse a la especie humana- sería algo sin razón, sin importancia, si no apareciera la presencia de la otra energía, de la semilla masculina, que al cruzar la primera sirve de fundamento a la estructuración de un ser humano, que puede ser un criminal o un sabio, según la clase de vibraciones que se hayan infiltrado en aquellas dos partículas en el proceso de la formación y crecimiento de los seres.
A veces quedo estupefacto al pensar, cómo aun los más grandes hombres de ciencia no llegan a las cuestiones más simples; dicen que los organismos de los seres vivientes proceden de una sola célula. ¡No! En una sola célula no hay posibilidad, existe la bipolaridad necesariamente, un óvulo solo no sirve de basamento o fundamento a un organismo humano, y un zooespermo solo tampoco sirve de fundamento a eso; es al cruzar estas dos semillas germinales, lo que hace posible que se produzca esa maravilla de la entidad humana; de modo que es siempre la cruz.
En días pasados me decía un hermanito, muy tenuemente, “que tal vez lo mejor era no estudiar”. ¡Sí cómo no!, maravilloso, ¿para darle calor a la pereza y a la indiferencia que tenemos por el saber? Si no leemos y si no estudiamos nos estancamos, si no leemos no tenemos en qué pensar, si no leemos no podemos ver los ojos a la Madre Naturaleza y admirar sus prodigios, porque comúnmente debemos leer autores de mayor evolución, a Egos que han avanzado mucho más que nosotros; en el lado oriental a un Vivekananda; a un Ramacharaka, discípulo de aquél; a una Madame Blavatsky, que era un Ego poderosísimo en evolución; a un señor Leadbeater, que se dedicó totalmente al estudio de las energías internas del hombre, y es el esoterista puro; después leer libros como el “Bhagavad-Gita”, donde se hace referencia a la Esencialidad del Ser, del Yo, que en el mundo occidental llamamos el Cristo, o la impresión del Logos Solar viviente, todo eso es imprescindible. Y le preguntaba a aquel hermanito: Si usted no hubiera leído obras de Max Heindel, de Ramacharaka, etc., tendría usted un concepto diferente de la vida de los que tiene el hombre común de la calle?. Seguramente que no. De modo que hay que estudiar necesariamente, hay que estudiar Hermanas y Hermanos, no para “creer” sino para impulsarnos hacia el mundo de la comprensión.
Hoy mi situación psicológica es de tal magnitud, que cuando en un hombre de ciencia o un filósofo leo algo que abiertamente es falso, me sirve para meditar, para buscar la verdad de la cosa en sí. De modo que lo tengo por un gran impulsador, por un gran guía, me interesa esto. Porque hay que tener un solo modelo, la naturaleza, la naturaleza. Hay algunos que todavía en nuestra Escuela abogan por la discusión; la discusión no sirve para nada Hermanas y Hermanos, a no ser que nos conduzca a darnos unos golpes en la cara, o por lo menos moralmente golpearnos. En la Ciencia Rosacruz no hay nada qué discutir, todo está por comprender y nada más que por comprender. Al agua no le tenemos que discutir nada, tenemos es que utilizarla debidamente, para lograr los beneficios que de ella se derivan; al calor del Sol no tenemos nada qué discutirle, solamente aprovecharlo en forma adecuada, y así todo lo de la naturaleza. De modo que los hermanitos que abogan por discusiones en las reuniones del Aula aún no tienen la más leve idea de la Sabiduría que llevan entre manos, que es comprender los misterios de la Vida y del Ser.